El aceite de coco es antibacteriano, antiviral y antiinflamatorio. Su pequeña estructura molecular permite una fácil absorción haciendo que la piel sea suave al tacto. Se absorbe fácilmente y no deja una capa grasienta en la piel. Ayuda a mantener la humedad en la piel y reestablece sus funciones de protección, protege contra el secado y la formación de incrustaciones. Crea una capa en la piel que mantiene la hidratación óptima. Tonifica, da elasticidad y fuerza. Evita la aparición de estrías. Estimula la producción natural de colágeno y elastina. Acelera el proceso de regeneración natural de la piel al ayudar a restaurar las áreas dañadas. Alivia las irritaciones y la inflamación. Protege contra el impacto excesivo de los rayos ultravioleta.